Justo antes de arrancar la temporada regular, los Chicago Bears y los Oakland Raiders se vieron inmersos en uno de los trades más importantes y discutidos de la década, los de la Bahía obtuvieron dos picks de primera ronda (2019, 2020) un pick de tercera (2020) y uno de sexta (2019) mientras que Chicago se hizo de Khalil Mack.
Dejando a un lado si el trade fue una buena decisión, podemos pensar que hoy Jon Gruden, quien de por sí tiene muchos problemas con la pésima temporada de los Raiders, debe estar muy molesto y decepcionado. Cuando ese intercambio se hizo oficial, se esperaba que Chicago ganara no más de 6 o 7 partidos pero hoy son líderes divisionales y seguramente se van a coronar en la NFC North. El pick del próximo draft que los Raiders tienen por ese trade valía mucho más en septiembre, (se pronosticaba un Top 10), pero ahora se puede casi asegurar que ni siquiera será un Top 20. Chicago es un equipo joven, talentoso y cuyos jugadores más importantes están bajo contrato. El pick del 2020 también se depreciaría en contra de Oakland.
Los Raiders también intercambiaron a Amari Cooper a los Cowboys por una primera selección en 2019. En ese momento, los Redskins con Alex Smith parecían favoritos para ganar la NFC East mientras que Dallas mantenía un récord perdedor. Hoy, Dallas le acaba de ganar al mejor equipo de la NFL (New Orleans), son líderes divisionales y lo más probable es que resulten campeones en el Este, lo cual hace que ese primer pick pierda también muchísimo valor.
Ahora los Raiders ven, probablemente con mucho disgusto, cómo sus exjugadores ganan y ellos, con los picks que consiguieron, pierden. Eso sí, los Raiders aún tienen opción de obtener un pick entre los primeros 10, o los primeros 5, bueno, incluso el primer pick del 2019, si le “echan ganas” y pierden el resto de sus partidos.
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