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La esperanza de los Buccaneers en 2018 no se llama Jameis Winston

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Fuera de los Cleveland Browns, pocos equipos han tenido una década tan mala como los Tampa Bay Buccaneers. Desde 2009 tienen una marca de 50-94 (.350), el mayor número de derrotas en casa de la liga, cero apariciones en playoffs, cuatro entrenadores en jefe y siete últimos lugares en su división.

Con todo y el vergonzoso historial, la narrativa en agosto suele ser relativamente positiva en Tampa Bay, ya sea por la incorporación de un entrenador nuevo o agentes libres y selecciones de Draft altas. Dicho optimismo llegó a su tope hace un año con el QB Jameis Winston regresando de una temporada ganadora (9-7), DeSean Jackson y O.J. Howard como premios del offseason y con el programa Hard Knocks mostrándole al mundo el talento que Jason Licht ha acumulado en los últimos años.  En teoría, 2017 era la temporada donde los Bucs se posicionarían como contendientes en la NFL.

Un año más tarde, los Bucs siguen siendo el “cuarto mejor” equipo de su división y Jameis Winston pasó de ser una esperanza a enfrentar una suspensión de tres juegos por presuntamente tocar de forma inapropiada a una conductora de UBER. A ello súmenle que los Bucs tienen un calendario brutal durante su ausencia: en New Orleans, Pittsburgh y Philadelphia.  ¿El resultado? El mayor grado de pesimismo, falta de interés y enojo por parte de medios y fans que me ha tocado ver en diez años.

¿Es la ausencia de Winston tan grave? La respuesta es: absolutamente no.

Es cierto que se trata de uno de los QB jóvenes mas prometedores de la liga, con una personalidad y carisma que pocos igualan. De hecho, podría ser el mejor QB en la historia del equipo. No obstante, su inconsistencia ha resultado en tan sólo 18 victorias en tres temporadas, 44 intercepciones  y ninguna aparición en playoffs (a diferencia de Marcus Mariota, Jared Goff, Dak Prescott y Carson Wentz, este último de no haberse lastimado).

Por lo anterior, me atrevo a decir que la presencia de Winston simplemente no se traduce en victorias. Tan sólo la temporada anterior, Winston ganó 3 de 13 juegos mientras que el ahora titular de los Bucs, Ryan Fitzpatrick, ganó 2 de 3. Winston es mucho más talentoso que Fitzpatrick, pero los Bucs tienen suficiente talento a la ofensiva para que un “game manager” les dé mejor oportunidad que ganar que un jugador que gusta de asumir riesgos como Winston. Aparte, dado que tienen probablemente la peor defensa de la liga, los turnovers son aún más imperdonables.

Mi punto es que los Bucs están mejor posicionados para ganar con Fitzpatrick que con Winston. En otras palabras, el estilo del veterano encaja más con la situación del equipo.

Hablemos un poco de Fitzpatrick. El tipo tiene 12 años y 26 991 yardas en su carrera, y no hace mucho ganó diez juegos con los Jets. En medio del caos, su experiencia es justo lo que Tampa Bay necesita – ganen o no alguno de los tres partidos con Winston fuera. Cuando menos, los Bucs saben que tienen a alguien inteligente y confiable, pero sobre todo alguien que ha ganado juegos (48 para ser exactos). Y sí, aunque sus 70 derrotas también pesan, no tanto en Tampa Bay si tomamos en cuenta lo siguiente:

  • Fitzpatrick, un QB que ha sido suplente la mitad de su carrera, tiene únicamente 2 victorias menos que los Bucs en nueve años. Piénsenlo.
  • Desde 2015, Jameis Winston tiene una marca de 18-27, o sea que gana el 40% de sus partidos. ¿Fitzpatrick? 15-15 – el 50% de sus partidos. Interesante.

Hablemos del talento que Fitzpatrick tendría a su alrededor. A diferencia que sus equipos anteriores, contará con un excelente arsenal ofensivo: Mike Evans es de los cinco mejores en su posición, DeSean Jackson todavía es peligroso y Chris Godwin mostró grandes promesas la temporada pasada. A ellos sumemos a Cameron Brate y O.J. Howard como TE y al RB novato Ronald Jones. Nada mal, diría yo.

Por su parte, la defensiva debería mejorar bastante. Adquirieron a Jason Pierre-Paul, firmaron a Vinny Curry y seleccionaron a Vita Vea en el Draft. Estos nombres se sumarán a buenos jugadores como Gerald McCoy, Lavonte David, Kwon Alexander y Brent Grimes. Es casi imposible que la mejora no sea significativa.

Dejando de lado el 5-11 del año pasado y la frustración que genera el circo de Winston, las cosas realmente no pintan tan mal en TB. Y quién sabe, en una de esas, un poco de “Fitzmagic” es todo lo que los Bucs necesitan para despertar y dar la sorpresa.

No se bajen del barco, Buc Fans.

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