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Análisis semana 5 NFL 2017 – Packers vs Cowboys

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Por segunda vez en ocho meses Aaron Rodgers guió a los Green Bay Packers a una victoria de último minuto en el AT&T Stadium sobre los Dallas Cowboys con un marcador de 35-31. Aquí el análisis del Packers vs Cowboys:

El juego se terminó cuando…

EL QB de los Cowboys, Dak Prescott, anotó un TD en una jugada de read option cuando faltaban 1:03 por jugar. Con esa anotación más el punto extra, los locales se ponían arriba en el marcador 31-28, sin embargo todo el mundo sabía que había tiempo más que suficiente para que Rodgers trabajara y, en el peor de los casos enviara el partido a tiempo extra. Nueve jugadas después, los visitantes cantaban victoria con un pase al WR Davante Adams.

Análisis del Packers vs Cowboys

El tercer cuarto es la pesadilla de los Cowboys

Una característica que se ha vuelto una constante en el equipo es desaparecer por completo en el tercer cuarto. La evidencia en lo que va de la temporada muestra que han anotado sólo 7 puntos y han recibido 37.

Es una práctica común que cuando los Cowboys ganan el volado inicial pidan recibir primero el balón, lo cual implica que su rival tiene el ataque para comenzar la segunda mitad en una circunstancia de mucha calma, en la que los aficionados no están todavía en sus lugares e involucrados del todo en el juego. Esto da lugar a que el ataque rival tome ritmo y los domine en el tercer periodo.

Independientemente de la razón, el hecho es que Dallas no puede entregar 60 minutos de buen football, ya sea que se tarden en carburar y se metan en problemas temprano o que se adormezcan en la segunda mitad.

En dos partidos consecutivos en casa, los Cowboys han superado las 400 yardas de ofensiva total y alcanzado los 30 puntos sólo para terminar perdiendo, lo cual es totalmente inusual.

Una buena tarde para los corredores

Con anticipación supimos que Ty Montgomery no estaría disponible como corredor para este partido, lo que parecía una señal de preocupación para la ofensiva de los Packers. Sin embargo el novato Aaron Jones sacó gran provecho de su oportunidad, encontrando grandes huecos y sumando 125 yardas y 1 TD en 19 acarreos.

En tres de los cinco encuentros de la temporada, la defensiva de los Cowboys ha permitido 160 o más yardas por tierra.

Por su parte, Ezekiel Elliott superó por segunda vez en la temporada las 100 yardas por tierra, en esta ocasión no encontró la zona de anotación, pero mantuvo un sano promedio de 4 yardas por acarreo, además de que cuando toca el balón la sensación de peligro es real y latente.

El duelo de quarterbacks

Si únicamente mencionamos los nombres de los QB titulares de este partido, sería fácil otorgar al de los Packers la clara superioridad, sin embargo esta tarde sus números fueron comparables, e incluso me atrevería a decir que también sus actuaciones:

Aaron Rodgers Dak Prescott
CP/AT 19/29 25/36
Yardas 221 251
TD 3 3
INT 0 1
Rush Yds 32 37

Prescott involucró a 8 receptores distintos y regresó a buscar a su slot WR Cole Beasley y a su TE Jason Witten, algo de lo que parecía haberse olvidado, con buenos resultados: el primero con 2 TD y el segundo liderando al equipo en yardas recibidas.

Por su parte Rodgers completó pases con 7 distintos receptores y Davante Adams, a pesar del aparatoso golpe que recibió la semana pasada fue bastante productivo con 2 recepciones de TD, incluida la del triunfo.

Una de las características más marcadas del QB de los Packers es su habilidad para alargar la jugada y lanzar sobre la carrera. Llama la atención que últimamente hemos visto a Prescott ejecutar el mismo tipo de jugadas con maestría. Ambos pueden hacer daño con sus piernas acarreando el balón y mantienen sus ojos campo arriba para buscar lanzar.

Claro está Rodgers es superior, posee de entrada una habilidad inigualable de lanzar el balón en colocaciones en las que sólo sus receptores tienen oportunidad para atraparlo (por ejemplo los back-shoulder throws). Si analizamos detenidamente la última serie ofensiva de los Packers veremos que este recurso se muestra en todo su esplendor, al igual que el otro factor que lo separa de su rival: la frialdad para ejecutar esos drives de último minuto para conseguir el triunfo, algo que Prescott aún no muestra en su joven carrera.

El pass rush, los sacks y la presión con tres hombres

La estadística indica que sólo Nick Perry registró un sack para los Packers, sin embargo la presión que pudo orquestar el coordinador defensivo Dom Capers fue importante en momentos clave. Dak Prescott tuvo que improvisar en muchas jugadas y aunque salía bien librado en la gran mayoría de las ocasiones, la presión existía. La línea ofensiva de los Cowboys mejoró pero aún no está a la altura de lo que mostró el año pasado.

Por su parte, coordinando la defensiva de los Cowboys, Rod Marinelli continuó confiando en la fórmula utilizada durante toda su carrera: un pass rush basado en cuatro frontales que en esta ocasión le redituó con 4 sacks a un QB móvil como Rodgers. El regreso del DE David Irving fue notorio al registrar 2 de esas 4 capturas.

Lo que llama la atención es que confía más de lo esperado en la presión al QB con sólo tres hombres. En situaciones en las que otros envían cargas de hasta ocho hombres para afectar el timing entre receptor y pasador, él busca poner a mucha gente atrás para crear ventanas de pase más chicas, confiando en que sus frontales podrán lograr algo a pesar de la desventaja numérica. Los resultados han sido variados, pero en esta ocasión Rodgers pudo alargar algunas jugadas lo suficiente para encontrar a sus receptores.

La defensiva que hace la jugada importante se impone

Este es un factor completamente determinante. No sólo las yardas y puntos permitidos son los criterios para juzgar a una defensiva, sino también su habilidad para crecerse en momentos importantes.

Esta tarde la defensiva visitante fue la que provocó un fumble, aunque no recuperado, y se llevó una intercepción que se convirtió en puntos en la misma jugada.

Este es un elemento que hasta el momento ha estado ausente en la defensiva de los Cowboys.

Los fantasmas del manejo de reloj

Es tiempo de hablar del elefante en la habitación: el manejo de reloj en la última serie ofensiva de los Cowboys.

Es más común de lo que pensamos el hecho de que los head coaches tengan episodios fatídicos en este terreno o de plano sean malos para esto. También es muy común que realicen un buen trabajo y éste no sea reconocido bajo el argumento de que “así debe de ser” o “es lo esperado”.

En esta ocasión, los Cowboys comenzaron su serie ofensiva con 9:56 en el reloj estando abajo por 4 puntos en el marcador. Estaba claro que necesitaban no sólo anotar sino consumir la mayor cantidad de tiempo posible. 18 jugadas y 8:46 después Prescott estaba entrando en la zona de anotación para poner arriba a su equipo. Puesto de esa forma, no habría mucho que reprochar, sin embargo sí lo hay.

Tras la pausa de los 2 minutos vino un acarreo de Elliott para 8 yardas. 36 segundos después en segunda oportunidad y 2 yardas por avanzar, en la yarda 15 del rival, Prescottt lanzó un pase incompleto a Dez Bryant en la zona de anotación. Esta jugada fue clave para el resultado del encuentro. Veamos por qué:

¿Qué pudo haber salido bien? Imaginemos que el pase es completo y la jugada termina en TD. En ese momento el marcador habría cambiado a favor de los Cowboys y con el punto extra Rodgers habría recibido el balón con aproximadamente 1:20 por jugar. No suena muy distinto a lo que en realidad pasó, así que el potencial positivo de esta jugada es poco.

¿Qué salió mal? El problema fue que con el pase incompleto, Green Bay se ahorró un tiempo fuera y los Cowboys evitaron que el reloj siguiera corriendo por lo menos 25 o 30 segundos.

¿Qué pudieron haber hecho diferente? Correr en vez de lanzar. Elliott estaba en un buen momento y habría conseguido esas dos yardas en la jugada o en la tercera oportunidad. Con esto Rodgers habría recibido el balón, en el mejor de los casos con menos de un minuto por jugar.

Hay quien señala que Dak Prescott debió haberse tirado al piso antes de anotar en tercera oportunidad, sin embargo, cuando vas abajo en el marcador por 4 puntos, hay que anotar en el momento que se pueda y eso era también lo que buscaban con aquel pase a Bryant.

Al momento desconocemos de quién haya sido la decisión de enviar ese pase en segunda oportunidad; si fue mandada desde la línea lateral, si fue cambiada en el huddle o un ajuste sobre la línea antes del centro. Hay demasiados factores a considerar antes de emitir un juicio.

No hay duda de que pudieron haberlo hecho distinto pero, como dice el dicho, winning takes care of everithing y si una decisión funciona, ni siquiera es tema de conversación, mientras que cuando no, es motivo de discusión.

Otro dicho entre coaches establece que: “si la decisión funciona eres un genio, si no, eres el idiota del pueblo”. Hoy a Jason Garrett le tocó ser calificado como lo indica la segunda mitad de esa frase.

MVP y villano del partido

MVP – Aaron Rodgers – QB – Packers

No hay más por dónde buscar. Ejecutó con maestría el drive de la victoria e hizo parecer que 73 segundos son una eternidad.

Villano – Terrance Williams (otra vez) – WR – Cowboys

Su técnica para atrapar el balón usando su cuerpo ha tenido consecuencias en dos partidos consecutivos. En esta ocasión fue por ello que el CB Damarious Randall terminó con la intercepción que cambió el rumbo del encuentro.

¿Qué sigue?

Green Bay Packers

Segundo partido consecutivo como visitantes, la siguiente semana irán a Minnesota a enfrentar a su rival divisional en un encuentro que podría influir en el balance de poder en la NFC North.

Será interesante ver si Montgomery estará disponible para el encuentro.

Dallas Cowboys

Semana de descanso que servirá para replantear las cosas y sanar a la muy lesionada defensiva. Con un récord perdedor al momento, hay mucho por ajustar.

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