Tras un lunes donde se dudaba de la veracidad de la información, este martes por la mañana, se hizo oficial el regreso del linebacker James Harrison a los Pittsburgh Steelers. El veterano de 36 años incluso puso una fotografía en su cuenta de Twitter donde se le ve escribiendo “done deal” (negocio hecho) junto a una foto firmando su contrato.
Pero vamos a analizar, son éstas, ¿buenas noticias para el equipo y los fanáticos?. Durante el año 2013, es decir, la última temporada de Harrison antes de su primer retiro, su productividad bajó mucho comparada a un año antes cuando aún jugaba con los Steelers, sólo dos sacks y apenas 16 tackleadas a lo largo del año. Su velocidad, fuerza, habilidad han ido hacia menos en los últimos años y no es ni la sombra de aquellos años cuando fue convocado al Pro Bowl.
La decisión de traer a Harrison se da debido a lesiones, específicamente las de Ryan Shazier y Jarvis Jones, ambos se perderán varias semanas. Aparte hay que decir, Shazier fue la primera selección de los Steelers este año, y Jarvis Jones fue igualmente la primera del año 2013; mucho dinero y confianza depositada en estos dos jóvenes linebackers.
Creo que Pittsburgh podría encontrar algo mejor en la agencia libre, alguien más joven para llenar el hueco, incluso en su practice squad. Lo que da la llegada de Harrison es un líder, alguien en el que los demás puedan confiar, algo que le urge a los Steelers ante la lesión de Ike Taylor.
Harrison será algo más que un tapón en la defensiva de Pittsburgh, incluso al regreso de los titulares tras sus lesiones, me parece que en ese sentido es una buena contratación aunque ya veremos, tarde que temprano, si su habilidad como linebacker puede ser perjudicial para la defensiva.
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