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Head Coaches en peligro

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Por Luis Obregón

 

 

Con solo dos fines de semana más de actividad en la temporada regular de la NFL en 2013, el llamado “Black Monday” se asoma peligrosamente para los Head Coaches.

 

Es importante no perder de vista que la salida del Head Coach de un equipo implica muchas cosas; además de las obvias como son una reconstrucción en lo deportivo, también existe un tema personal, la familia se queda sin una importante fuente de ingresos, en ocasiones hay que mudarse de ciudad, etc. Esto se replica a los asistentes y coordinadores que son víctimas de la “limpieza” de un equipo, quienes además no tienen el mismo nivel salarial que un Head Coach.

 

En resumidas cuentas, el que un Head Coach pierda su trabajo, a pesar de que puede representar algo positivo para el equipo que lo dejó ir a mediano plazo, no es algo que, humanamente, debamos celebrar.

 

La lista del coahces que pueden perder su trabajo al final de esta temporada (o antes) ya inició hace un par de semanas con el despido de Gary Kubiak de Houston, lo que dejó a cargo a Wade Phillips como Coach Interino y está por verse si ese título cambiará o vendrá otra contratación por parte de Bob McNair, propietario del equipo.

 

La lista, desde mi perspectiva pinta así:

 

Mike Shanahan. Washington Redskins. Para nadie es una sorpresa ni un secreto esta situación. La relación entre Mike/Kyle Shanahan y Dan Snider no es buena. Los rumores que salieron a la luz de que al final de la temporada pasada el Head Coach renunciaría, no ayudaron nada a la causa. Si a esto le sumamos que en el Draft de hace dos años entregó el futuro a corto plazo de la franquicia a los Rams con tal de obtener a Robert Griffin III, quien ahora está en la banca, el panorama no pinta nada bien. En su favor, los Redskins aun le deben unos 7 millones de dólares del contrato de 5 años y 35 millones que firmaron el 2010.

 

Greg Schiano. Tampa Bay Buccaneers. El equipo probablemente está buscando razones para quedárselo y una de ellas debe ser el hecho de que salió de un hoyo muy profundo después de comenzar la temporada con récord de 0-8. Sin embargo el hecho de que algunos jugadores, incluyendo a su ex QB Josh Freeman, hayan hablado pestes de él, combinado con su polémica práctica de cargar en la formación de la victoria del rival (con la que ni siquiera sus propios jugadores concuerdan), lo dejan mal parado. Probablemente la técnica de Schiano consiste en sentar expectativas muy bajas para luego ganar cuatro o cinco partidos en la segunda mitad de la temporada y llenarles así el ojo a Malcom Glazer y Rich McKay, propietario y GM del equipo, respectivamente.

 

Leslie Fraizer. Minnesota Vikings. Comenzó como Coach Interino tras la salida de Brad Childress y se convirtió en el hombre principal del equipo al siguiente año; desde entonces ha sumado sólo 16 victorias, incluyendo 10 de la temporada pasada en la que el running back Adrian Peterson tuvo uno de los años más espectaculares en la historia de la liga. Este año demostró su incapacidad para evaluar su propio talento al tener a tres QBs diferentes (Christian Ponder, Matt Cassel y Josh Freeman) y no poder decidirse por ninguno de ellos de manera clara. Lo curioso es que en esta temporada los Vikings han participado en encuentros muy cerrados que han dejado escapar al final, lo que habla de que el talento está ahí y lo que falta es un Head Coach que sepa cerrar las victorias.

 

Jim Shwartz. Detroir Lions. Desde 2009 que llegó a los Lions el equipo ha calificado una vez a postemporada teniendo un par de talentos espectaculares como son Calvin Johnson y Matthew Stafford. Esta temporada le puede dar el argumento a William Clay Ford y Martin Mayhew, propietario y GM del equipo respectivamente, para dejar ir a Shwartz; un año en el que los dos principales contendientes de la división (Green Bay y Chicago) atraviesan por una situación de lesiones en la posición de QB y el equipo tuvo el control de la división llegando a finales de noviembre, sólo para perder  dos partidos consecutivos y complicar el escenario a más no poder. Durante todo su régimen los Lions han demostrado ser un equipo con falta de disciplina comenzando por él mismo, muestras sobran, pero como ejemplo diré que son el segundo equipo con más fumbles perdidos en esta temporada. Si este año logra pasar a postemporada, sus posibilidades de conservar su trabajo mejoran sustancialmente.

 

Jason Garrett. Dallas Cowboys. Ha demostrado una y otra vez no tener el control sobre el equipo ni sobre las responsabilidades que le competen, ya sea llamar jugadas a la ofensiva, controlar el reloj de juego o mantener un vestidor unido y disciplinado. Es verdaderamente desconcertante que un tipo tan preparado e inteligente como él (egresado de Princeton, uno de los mejores backup QBs de su generación, codiciado Coordinador Ofensivo, etc.) tenga errores que lo hacen ver verdaderamente incompetente. Sin importar que Jerry Jones, propietario y GM del equipo, lo haya respaldado hace algunas semanas asegurando que estaría de vuelta la próxima temporada, es muy probable que si los Cowboys terminan con récord de 8-8 y fuera de playoffs por perder el último encuentro de la temporada regular contra un rival divisional, no veamos más al pelirrojo rondando las líneas laterales del equipo de Dallas.

 

Mike Munchak. Tennessee Titans. Este es un equipo decepcionante, entramos a la temporada 2013 pensando que podían hacer algo en la división Sur de la conferencia Americana, sólo para ver a Chris Johnson desaparecer por largos periodos desaprovechando a la que parece ser una gran línea ofensiva y a Jake Locker con su misma inhabilidad de siempre para mantenerse sano. Bajo el régimen de Munchak los Titans sólo han tenido una temporada ganadora y no han podido construir una identidad a pesar de contar con jugadores talentosos. A todo esto hay que sumar que, hace unas semanas, el propietario de la franquicia Bud Adams falleció, ante lo que Tommy Smith, su yerno, y otros miembros de la familia, han tomado los controles de la franquicia, lo que podría significar que se avecinan cambios.

 

Tom Coughlin. New York Giants. No es raro ver este nombre en las listas de coaches que pueden perder su trabajo y eso ya tiene varios años sucediendo. Bajo el centro está el que, desde mi punto de vista es el jugador que ha fallado más esta temporada con respecto a lo que se esperaba de él, Eli Manning, quien en conjunto con una defensiva inconsistente, han metido a los Giants en una temporada de pesadilla. El hecho de que haya ganado un par de Super Bowls para la franquicia ha permitido que existan rumores de que se le dará el beneficio de que sea él quien tome la decisión de salir del equipo.

 

Rex Ryan. New York Jets. Lo he dicho antes y lo volveré a decir: Este equipo nos engañó dos veces en un lapso de menos de seis meses. Antes de que empezara la temporada creíamos que serían los peores de la liga, de pronto nos comenzaron a probar que no eran tan malos, sólo para volvernos a demostrar que sí lo son; doble engaño. Tal vez lo que nos sucedió es que subestimamos la genialidad que posee Rex para hacer defensivas de calidad, sin embargo la falta de playmakers al ataque lo ha condenado al fracaso. Probablemente haya salvado su trabajo con el desempeño del equipo y más si logran conseguir una victoria en las últimas dos semanas de la temporada.

 

Dennis Allen. Oakland Raiders. Este es otro caso de un Head Coach que no sabe evaluar el talento con el que cuenta, ya que durante el offseason dejó ir a Carson Palmer, trajo a Matt Flyn y seleccionó en el draft a Tyler Willson y tenía en el roster a Terrell Pryor. Todo esto sólo parara deshacerse de los tres primeros, fracasar con el cuarto y terminar entregándole el control de la ofensiva a al novato agente libre Matt McGloin. Tal vez la falta de talento en el equipo pueda servirle como excusa este año, pero no por mucho tiempo más.

 

Mike Smith. Atlanta Falcons. Es difícil ponerlo en esta lista, sobre todo si pensamos en su alta efectividad en temporada regular que lo tienen con un récord de 94-60 en sus seis años en Atlanta, sin embargo es casi inverosímil que sacando de la ecuación al receptor estrella Julio Jones, su equipo haya pasado de estar a una jugada de distancia de disputar el Super Bowl el año pasado, a tener uno de los peores récords este año. Su baja efectividad en postemporada puede tener peso en caso de que Arthur Blank y Thomas Dimitroff, propietario y GM del equipo respectivamente, decidan dejarlo ir.

 

Caso a seguir:

Marvin Lewis. Cincinnati Bengals. La plática en un par de meses podría ir en dos sentidos opuestos: el primero sería hablar de su éxito en postemporada y de lo bien que le fue en enero, el segundo sería preguntarnos si por fin será momento de que Mike Zimmer lidere al equipo (o alguien más) debido a su colapso al final de la temporada regular que los dejó fuera de playoffs. Así de volátiles son los Bengals en este momento.

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