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Por qué Tom Brady debe ser el MVP 2016

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Por Rodrigo Quintanar.

Nota del Editor: Esta es una colaboración de nuestra sección Practice Squad, donde nuestros lectores aportan sus puntos de vista sobre lo que pasa en la NFL.

 

“The hardest tumble a man can take is to fall over his own bluff.” (La caída más dura de un hombre es aquella sobre sus propias mentiras) – Ambrose Bierce

El juego más famoso de cartas no ganó su popularidad por interesante, difícil o divertido. Si lo analizamos, jugar Blackjack es más interesante, la creación del “Solitario” fue mucho más difícil y la diversión que deja el jugar “Manotazo” es superior al Poker. Lo que realmente provocó que este juego se convirtiera en un fenómeno fue incorporar la habilidad más inexplicable y a la vez peligrosa que tiene el cerebro humano: mentir. No hay nada que se parezca a la adrenalina generada por blofear. La aceleración del ritmo cardiaco al subir la apuesta con un par de cuatros no tiene comparación alguna. La adrenalina es resultado del miedo de saber que no hay vuelta atrás. Después de mentir, sin importar las consecuencias, no se puede mostrar el mínimo arrepentimiento.

La Semana 13 de la NFL (es decir, hace dos semanas), estuvo llena de emociones, historias y equipos patéticos (véase Browns, 49ers). Sin embargo, hubo una historia que sorprendentemente pasó desapercibida: Los New York Giants en su partido contra Pittsburgh se quejaron después de haber sentido que dos balones estaban por debajo del mínimo de aire permitido. ¡¿Qué?! ¿Nos recuerda esto algo? Según los parámetros de la NFL, Ben Roethlisberger tendría que ser suspendido por cuatro juegos, la familia Rooney tendría que pagar un millón de dólares y Pittsburgh tendría que perder una primera selección en el Draft. Pero, ¿cómo respondió la liga esta vez? ¡Haciendo absolutamente nada! En un comunicado con la misma longitud de un tweet, la NFL patéticamente respondió: “se revisaron los balones y se determinó que no ha habido ninguna violación…ninguna queja formal ha sido presentada…caso cerrado”. ¿Es en serio? ¿Queja formal? ¿Acaso los Colts levantaron una demanda en la Suprema Corte? ¿Se revisaron los balones? Los Giants comunicaron que los balones tenían 11.4 y 11.8 de psi respectivamente, ¡muy por debajo del 12.5 permitido!

Si como fan y amante de la NFL me siento ofendido, no puedo imaginar cómo se siente un amante de los Patriots, o bien, una amante de Brady. Por dos años nos hicieron creer que desinflar balones era igual de grave que pegarle a una mujer y que justificaba destruir la integridad de uno de los mejores quarterbacks de todos los tiempos. Hoy han decidido arbitrariamente burlarse de nosotros e insultarnos asumiendo que nadie se daría cuenta de la mentira y contradicción más grande de su historia.

Gracias, NFL, por abrirnos los ojos y recordarnos que, al igual que las llantas de los coches, los balones se desinflan naturalmente en bajas temperaturas (ambos juegos, 2017 y 2014, se jugaron en temperaturas bajo cero). Gracias por recordarnos que no tratas a todos los equipos por igual pues sólo con los Patriots el término “chivo expiatorio” es aplicable. Gracias por enseñarnos que, aún después de haber invertido 22 millones de dólares en investigaciones y procesos para que esto no se repitiera, tus lineamientos siguen siendo grises e inservibles. Gracias porque al pensar que seríamos suficientemente estúpidos para ignorar esta historia, nos demostraste la gran la mentira en la que te metiste al querer pintar una imagen de disciplina y transparencia que terminó en fiasco e injusticia.

Sólo queda una cosa que hacer. Igual que las aerolíneas dan “boleto abierto” de consolación cuando deciden sobrevender sus vuelos, la liga tiene la obligación moral de provocar que Tom Brady gane el MVP esta Temporada 2016. Si bien la NFL no es directamente responsable de elegir al ganador, seríamos ingenuos al pensar que no tiene la fuerza e influencia para hacer que esto pase. Hoy, el único argumento que existe en contra de Brady como MVP es su ausencia de cuatro juegos mientras cumplía LA SUSPENSION MAS RIDICULA DE LA HISTORIA.

En cuestión estadística (2,876 yardas con tan sólo dos intercepciones), nivel de juego (destruyó a la mejor defensiva de la liga con 406 yardas) y récord (8-1 desde su regreso), Brady es altamente superior a cualquier otro candidato. Aún así, el MVP 2016 debe de ir más allá de los números. Tiene que ser un intento de pedir perdón a una de las mejores franquicias del mundo. Tiene que ser, después de tantas mentiras, una mínima muestra de arrepentimiento.

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